Por la fuerte repercusión que provocó la exclusión del personal doméstico registrado del cobro del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el Gobierno dio marcha atrás y decidió incluir a todos los trabajadores y trabajadoras de casas particulares, registrados o no por sus empleadores, en el cobro de $10.000 que se deben pagar el próximo mes en el marco de la emergencia por el coronavirus.
Para poder recibir la ayuda, el empleado/a o algún otro miembro del grupo familiar no debe trabajar en relación de dependencia en el sector privado o público. Tampoco debe ser jubilado o pensionado, ni monotributista de una categoría superior a la "C" ni cobrar planes sociales. En tanto, sí es compatible con el cobro de la Asignación Universal por Hijo (AUH).